Valiosa Lección Que Niña Da A Su Profesor : “No Necesito Ir A Harvard, Sólo Necesito Ser Feliz”

Ser profesor siempre es difícil, porque educar para liberar no es simple. Se supone que lo principal es que a los niños se les enseñe que piensen por sí mismos y no sólo que cumplan tareas, entonces , enseñar se vuelve cada vez más complejo, pero también más gratificante.

Esta nota es sobre una niña llamada Yu que tiene 11 años y cursa quinto grado en una escuela al este de China y, estamos seguros de que su profesor y sus padres están muy orgullosos de ella.

 

 

En el minuto en que el profesor les pidió redactar un ensayo a ella y a su clase, sólo les dio una instrucción y esa era que debían explorar los lugares o las cosas donde simbólicamente “nos escondemos”. Fue así que Yu no dudó en escribir todo lo que pensaba sobre los estudios, la felicidad y la vida de las personas.  Entonces, una reflexión increíble para una niña muy pequeña salió de eso.

 

 

La niña comenzó con que todos somos “partículas de polvo” en el universo y, por lo mismo, no existe nadie mejor que otro.

De esa forma, elaboró una crítica completa a cómo estamos buscando el éxito y la felicidad. De acuerdo a Yu, la sociedad reduce a la gente y las hace sentir inútiles, aún cuando todos tenemos talentos que descubrir. Esa es la razón por la que debemos desarrollar nuestras habilidades al máximo.

 

 

Pero darse cuenta de todo eso a su edad la hizo sentir sola e indefensa, su padre la alentó a seguir adelante y a esforzarse por ser mejor, por ser feliz y por hacer las cosas que le gustan cada día.

Fue de esa forma que llegó a una de sus grandes conclusiones: “Tal vez no necesito estudiar tanto para ingresar a la Universidad de Harvard , solo necesito ser feliz”, plasmó la pequeña en una hoja y dice soñar con dedicarse a la carpintería.

 

 

La niña cuenta que para ser feliz ha hecho varios cambios en su vida, por ejemplo, se despierta temprano, practica deportes, se esfuerza en la escuela, pide ayuda cada vez que no sabe algo y, sobre todo, disfruta al máximo cada momento. Además cuenta que un día, cuando otro maestro les pidió correr cerca de 50 metros.

“Corrí tan rápido que mi cabello volaba en el aire. Terminé en 8.75 segundos y estaba extremadamente feliz. Incluso me sentí como Usain Bolt por un momento”, contó Yu.

Sus padres también son responsables de la forma en que su hija piensa, ya que la alientan a participar en muchas cosas. “Es una niña relativamente simple. Es alegre y su autoestima está muy alta (…) Estudió violín, piano, fútbol e incluso karate. Mientras ella esté interesada, apoyamos su participación en estas actividades”, dice su padre a Sohu News. Su caso se ha hecho conocido a través de las redes sociales y la pequeña ha recibido elogios por parte de los cibernautas.  Las personas afirman que “descifró la vida” a una edad muy temprana, algo que otros adultos aún no hacen.