Diente De León: La “Maleza” Que Tiene Muchos Beneficiosos Y Usos

Hoy hablaremos sobre el diente de león que es más conocida como planta silvestre que pasan a ser malezas y muchas veces las cortamos y botamos. El diente de león posee un gran número de propiedades medicinales que muchos desconocen. De hecho, suele ser vista como una mala hierba, aunque paradójicamente sus hojas son comestibles en ensaladas. Entre otros componentes, el diente de león contiene vitaminas A, B y C, ácido fólico, potasio, silicio, hierro y taninos, convirtiéndola en una planta muy polifacética.

Usos:
Tratamiento para la anemia
Consumir diente de león ayuda a recobrar los valores normales de hierro en el organismo. Esto se debe al alto contenido en hierro de la planta, así como a su propiedad digestiva, la cual ayuda a absorber y almacenar este mineral. Lo más adecuado es preparar una infusión con la hierba seca. Para ello, añadir un par de cucharadas de la hierba al agua y retirarla del fuego cuando empiece a hervir. Tapar la taza o el vaso y dejar que repose. Después colar y añadir azúcar o miel para endulzarla, puesto que esta infusión es un poco amarga. Tomar  3 veces al día, hasta que tus niveles de hierro mejoren.

Remedio natural para el estreñimiento y la distensión abdominal
Esta planta actúa como laxante suave que estimula el apetito en personas convalecientes, aumenta la producción de bilis, alivia el estreñimiento y los trastornos gástricos. Para disfrutar de sus beneficios, elabora una infusión con la hierba seca (tal y como hemos explicado para la anemia) y tómala de 3 a 4 veces al día.

Desequilibrio hormonal
El diente de león es muy útil para estimular el hígado. Del mismo modo, ayuda al cuerpo a despejar la acumulación de toxinas, que en algunos casos estas pueden alterar el balance hormonal de tu organismo. Preparación: Llenar una jarra de 3 litros de agua con flores de diente de león, poner 1 Kg. de azúcar y mezcla. Tapar la mezcla y dejar  en reposo durante 3 semanas. Añadir el elixir resultante a tu té en lugar de azúcar (1 ó 2 cucharadas)

Enfermedades de la piel
Los carotenoides presentes en sus raíces ayudan a tener una piel sana. La cataplasma de diente de león es muy alcalina y tiene propiedades anti-hongos, que hacen eficaz para el tratamiento de las infecciones fúngicas y microbianas de la piel. Se debe tener cuidado de que no entre en contacto con los ojos si lo aplicas en la cara. Esta pasta también es buena para tratar la tiña, el picazón, piel escamosa y eccema.

Para preparar una infusión de raíz seca de diente de león, llevar 1 cuarto de litro de agua a ebullición en una olla. Picar 1/2 a 2 cucharaditas de raíz seca, poner en la olla y dejar que hiervan de 5 a 10 minutos. Retirar del fuego y colar la infusión. Tomar antes de las comidas, 3 veces al día.

Mascarilla para el pelo
Lavar regularmente el pelo con infusión de diente de león le dará un aspecto más sano, evitando un cabello graso, seco o quebradizo. Veamos cómo podéis elaborar esta mascarilla: En una olla, cocer un puñado de hojas frescas de diente de león. Cuando se enfríe, aplica por el cuero cabelludo y por toda la longitud del cabello. Luego, tapa tu cabeza con una toalla durante 30 minutos y, transcurrido el tiempo, lava tu pelo normalmente.

Confitura de diente de león

Otro de sus usos para poder aprovechar los increíbles beneficios de esta planta es preparar una confitura natural a partir de sus flores. Para ello usaremos las flores amarillas, procurando quitar las hojitas pequeñas que la rodean y quedarnos solo con los pétalos. Luego, estos se cubren de agua completamente y se ponen a hervir en una cacerola abierta durante unos 20 minutos. Una vez listo, dejar reposar varias horas o incluso toda una noche, para posteriormente filtrar y utilizar el líquido. A la cantidad de líquido que hemos obtenido se le añade la misma cantidad de azúcar y el zumo de dos limones, para volver a hervir en una cacerola abierta hasta obtener la densidad deseada (como una mermelada normal). Después vertemos el líquido espeso obtenido en frascos, previamente hervidos, que cerraremos herméticamente para, una vez fríos, disfrutar de nuestra deliciosa confitura. Nunca más perderás una planta de diente de león.