Esta esforzada mujer se encontraba camino al departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, lugar en donde se ganaba la vida haciendo aseo. Su nombre era Margarita Ancacoy y fue interceptada por cinco cobardes sujetos que después de golpearla de manera brutal huyeron con el escualido botín y con risas en sus rostros. La mujer de 40 años intentó pedir ayuda y librarse de la fuerza que le impedía ponerse de pie, pero nadie salió a auxiliarla pese a los desgarradores gritos.
Los hechos ocurrieron en la oscuridad de la madrugada de este lunes y cuando eran las 05:30 de la mañana, Margarita fue apaleada en la cabeza en innumerables ocasiones hasta morir a raíz de la gravedad de las lesiones. No se sabe cuántos fueron los segundos o minutos en que la mujer estuvo agonizando en la calle, ya que los vecinos del Barrio República, en Santiago de Chile, sólo salieron cuando notaron presencia policial.
Fue así, como ayer, Margarita no alcanzó a llegar a su trabajo. Pese a que en ocasiones anteriores había hablado sobre su preocupación por entrar tan temprano, autoridades del establecimiento universitario no modificaron el horario de ingreso y esperaron a que ocurriera un hecho que les probara que debían hacer algo al respecto.
“Ella decía que estábamos arriesgando nuestras vidas por llegar a esa hora, entramos a las 5 de la mañana”, dijo Elena Cádiz, compañera de Margarita, quien fue testigo de la preocupación que sentía la víctima cada vez que emprendía rumbo a su trabajo de madrugada.
No existen palabras para describir el brutal asesinato que tampoco es un ajuste de cuentas, ni a un crimen pasional. Margarita fue asesinada por cinco hombres que sólo querían robarles sus pertenencias. Cuando personal uniformado llegó hasta el lugar en donde yacían los restos de la mujer, fueron advertidos por la ausencia de su cartera y teléfono celular, elementos que habrían incentivado a los delincuentes a arrebatarle la vida a una trabajadora mujer.
Según el relato de los vecinos que escucharon los gritos de la víctima, los delincuentes forman parte de una banda que coexiste en el sector que se dedica al robo con violencia en perjuicio de transeúntes vulnerables: mujeres y ancianos.
Por fortuna, horas después de ocurrido el hecho, Carabineros detuvo a cuatro de los presuntos implicados del asesinato, quienes no superan los 20 años de edad.
Autoridades de la universidad en la que Margarita trabajaba, decretaron duelo universitario por tres días y esgrimieron que harán que los esfuerzos policiales sean reforzados para que el resto de los autores del crimen sean detenidos y posteriormente castigados sin ningún miramiento.
“Expresamos nuestras sinceras condolencias a su familia, en especial a su esposo e hijo, así como a sus compañeras y compañeros de trabajo, por este trágico desenlace que enluta al Departamento de Ingeniería Industrial, a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y a la Universidad de Chile. Nuestra Universidad hará todas las gestiones que sean necesarias para que se identifique y castigue a los autores de este crimen, haciéndose parte de la correspondiente acción penal”, reza parte del comunicado exhibido hoy desde la institución.
“No es casualidad que sea mujer”
El colectivo feminista de la Universidad de Chile, a través de una de sus voceras, se refirió a los hechos de violencia que han afectado a decenas de mujeres en los últimos meses en este país y afirmó que que Margarita sea mujer no es solo casualidad. Las estudiantes y todos aquellos que conocieron a Margarita, llevaron a cabo un minuto de silencio por ella y posteriormente realizaron una velatón que conmemoró su vida.
Margarita Ancacoy hoy se suma a la lista de mujeres golpeadas, maltratadas y asesinadas por parte de quienes siguen utilizando el ventajoso puesto que durante años la sociedad les ha otorgado solo por el hecho de ser hombres.
No es un dato menor que gran parte de los asaltos, robos, crímenes y hechos de violencia que son perpetrados en Chile y Latinoamérica, tienen a mujeres como víctimas.
Siempre nos encontramos con el mismo método, un grupo numeroso de hombres (o incluso uno) aprovechan la posición que les han entregado siglos de patriarcado y actúan en manada, imposibilitando la defensa de la víctima.
Afortunadamente, la mentalidad está cambiando y ya debe cambiar, pues son cientos y miles los usuarios que han manifestado su repudio por un nuevo crimen que afecta a las mujeres.
Sin dejar de lado el horario que debía cumplir Margarita, el cual fue criticado por la misma víctima en los meses anteriores a su deceso, según sus compañeras de labores.
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“Por ti Margarita, ¡vivas nos queremos!” “Ni una menos”
