20 Padres Primerizos En Su Faceta Más Caótica. Todos Hemos estado Así

Si algún amigo cercano a ti se ha convertido en padre, seguramente has visto su metamorfosis. Los primeros meses son un borrón caótico lleno de cambios de horario y sueño.

Tener un bebé es un gran paréntesis en tu rutina, pues todo cambia: si el niño sale dormilón el período de levantarse cada tres horas durará apenas los 2 o 3 meses, pero si no duerme bien podría prolongarse hasta los dos años o más. Así que es una real apueta.

Pero al final se compensa, pues no existe nada más bello que un hijo ocupando un nuevo lugar en tu vida. Es una sensación impagable e indescriptible.

Pero claro, los primeros meses son difíciles, y si a todos los padres nos hubieran sacado una fotografía en cualquier momento de ese período, seguramente nos veríamos como esta veintena de padres que apenas se acostumbran a la rutina del bebé.

 

Es difícil que el bebé se duerma antes que tú

 

Una mañana cualquiera con un recién nacido

 

Es algo bastante común

 

Y hasta dormir con ellos en su cuna es una opción con tal de descansar

 

Y naturalmente ellos terminan durmiendo a cualquier hora, mientras tú tienes sueño acumulado

 

Es como si fueran pequeños vampiros de energía

 

A todos nos ha pasado

 

Literalmente a todos…

 

Ni hablar de cuando te tocan mellizos

 

A veces tienes que hacer cosas extremas, como dejar a un hijo en el suelo mientras cambias al otro para que no salten desde la cuna

 

A veces el sueño hace que tu cerebro se fría

 

Y te las terminas ingeniando para conseguir algo de paz

 

A veces hasta el baño se nos escapa de las manos

 

Los animales siempre hacen buenos aliados

 

Pero también nos dan alegrías…a su costa

 

Típico, cuando te llevas al bebé a la cama

 

Pero siempre te niegas a que el tiempo que tenías para ti se acabe

 

Y te las ingenias para poder dedicarte al ocio y a la paternidad

 

Y la barriga te empieza a servir de algo

 

Y al final te acostumbras y te termina importando poco el qué dirán

Los abuelos ayudan, pero no tanto como quisiéramos…