Este Genial Invento Ha Salvado A Miles De Animales De Ahogarse En Piscinas

En los cálidos días de verano, no existe nada mejor que darse un chapuzón en la piscina de tu patio trasero. Aunque este panorama es excelente para los humanos, la cosa es muy distinta en el caso de los animales pequeños. Sapos, conejos, ardillas, ratoncitos y serpientes suelen ahogarse al caer en una piscina llena de agua.

Por suerte han inventado el FrogLog, una ideación simple pero que ha salvado la vida de miles de animales pequeños.

Este invento fue creado por el biólogo Rick Mason, quien señala que se inspiró gracias a lo que le contó un amigo.

“En junio de 2004, unos muy buenos amigos que vivían en un área de Baltimore (Maryland) llena de bosques me contaron que estaban muy tristes porque una gran cantidad de sapos morían a diario en la piscina que habían construido”, cuenta Mason en su sitio web. “Una mañana, luego de una noche lluviosa, encontraron 53 sapos y ranas en la piscina”.

Como un biólogo estudioso de la vida silvestre, esto perturbó a Mason. Y así fue como decidió crear una especie de balsa salvavidas a la que los animales que cayeran a la piscina pudieran montarse para salir con vida. Y así nació el FrogLog.

El invento incluye una plataforma inflable a la que los animales pueden subir, y una rampa hecha de malla que la conecta con el borde de la piscina. Al principio Mason pensó que los animales no sabrían cómo ocupar la superficie, pero la puso para probar si funcionaba. Además, le sumó una trampa en forma de embudo para atrapar a los animales que estaban saliendo de la piscina.

“El FrogLog estuvo en la piscina junto a la trampa de embudo por 23 días. En todo ese tiempo, 47 sapos americanos (Bufo americanus) y 3 ranas verdes (Rana clamitans) fueron rescatadas con vida de la trampa de embudo#, continúa el científico. Además, en este corto período, el FrogLog tuvo un 94% de éxito al permitir que anfibios atrapados en la piscina pudieran salir de ella”.

Luego de comprobar que el aparato funcionaba, solicitó una patente y comenzó a venderlo al público general. Pronto los FrogLogs se empezaron a vender como pan caliente, y mucha gente estaba impresionada de lo bien que cumplían su labor.

Mason está muy contento de que su invento se venda tan bien.

“Mientras más crece FrogLog, más dueños de piscinas conozco, y mi misión continúa siendo la misma que cuando comencé el proyecto en 2004: salvar la mayor cantidad de animales pequeños que pueda, y ayudar a que la gente pueda disfrutar de sus piscinas”, señala.

¡Qué gran iniciativa!