Esta Es La Triste Verdad Detrás De La Canción De Gustavo Cerati ‘Té Para Tres’

Leía el diagnóstico del cáncer mientras su madre lloraba.

Cuando era pequeño, Gustavo Cerati tenía aptitudes para el dibujo, las caricaturas y los cuentos. Su madre le incentivaba ese lado artístico a su hijo. Su padre, Juan José, era un hombre romántico que migró a la ciudad con el deseo de surgir económicamente. Él le llevaba vinilos de Los Beatles, Led Zeppelin y Deep Purple cuando volvía de sus viajes de trabajo a Estados Unidos.

 

En uno de esos viajes, llegó la primera guitarra eléctrica, una Gibson SG color marrón, a Gustavo. La fmailia se vio obligada a soportar largas noches mientras el hijo se quedaba practicando en el living de la casa buscando sacar la música de sus grandes ídolos como Vox Dei o Yes. Además, entendió que ese instrumento podía ser una herramienta para conquistar chicas por medio de sus propias canciones.

Luego de varios años e influenciado por su madre, hizo que estudiara la carrera de publicidad en la Universidad del Salvador. Allí conoció a Zeta y sumó a Charly Alberti. Empezaron a juntarse casi a diario en la casa de Alberti ya que él tenía un pequeño estudio con lo necesario para dejar volar la imaginación. La música fue más fuerte que los estudios y al tiempo, Cerati se retiró de la universidad para poder dedicarse completamente a su pasión.

 

De ahí en adelante, sólo se vislumbraría el éxito mientras construían sus sueños en los bares de la capital. Tocaron muchas veces en la misma semana. Su padre salía del trabajo, iba por Lilian a la casa en Villa Ortúzar y partían a escuchar a Los Soda. La fama fue creciendo rápidamente. Empezaron las giras, horas de grabación y la exposición pública. Esto hizo que Gustavo estuviera lejos de casa y de su familia.

En una visita a casa para tomar té (su mamá tiene ascendencia irlandesa), se reencontraron los tres y un sobre blanco con el último análisis de salud del padre de Cerati. Él decidió leerlo tranquilamente, pero el diagnóstico confirmaría lo peor. Era cáncer. Lilian empezó a llorar desconsoladamente.

 

Para Gustavo fue un golpe muy fuerte: quien sería su héroe y más fiel seguidor, moriría y eso le produjo una angustia que lo llevó a componer una de las baladas de rock más íntimas del cantante.

 

“Té Para Tres”

El éxito está incluida en el álbum “Canción Animal” de 1990. Es la única canción grabada en formato acústico y acompañada del bajo de Zeta más unos arreglos de teclado.

Te dejamos el video con la habilidad de Gustavo de componer en una canción la simpleza y la fragilidad de la vida:

Sin duda, una de sus mejores y más triste canción.