Apuñaló 33 Veces A Su Novia De 11 años. Es Sólo Un Niño Pero Lo Apodan El “Demonio”

Esta lamentable noticia tiene como protagonista a la pequeña Diana Lizeth de 11 años de Monclova, México. La niña empezó una relación sentimental con Javier Olaguer, conocido como  “El demonio”, por supuesto ella pensó que tendría una aventura de amor de niños como cualquier otra; sin embargo, todo terminó en tragedia. El demonio tuvo un ataque de celos descontrolados y entró a su casa una tarde. Sin pensarlo dos veces, le dio 33 puñaladas con un cuchillo hasta desangrarla y darle muerte.

Paloma, de 19 años y hermana de Diana, nos cuenta que era una buena niña, muy preocupada de sus estudios, no fumaba y tampoco bebía, pero le gustó Javier, dos años mayor que ella y a quien ya habían expulsado de varios colegios. Un niño que representaba una muy mala influencia, que siempre estaba metido en líos  como drogas, robos, entre otros. Pese a que Paloma le advirtió sobre él, la niña no escuchó porque le gustaba sentirse “protegida” por la agresiva actitud que mostraba; sin embargo, algo sucedió.

Acá vemos a la pequeña Diana posando para sus redes sociales , como cualquier otra niña de su edad.

Diana supo que Javier andaba con otra chica llamada Naomi terminó todo. Pasaron dos meses y aunque ya no se veían y él tenía otra novia, “El demonio” seguía acosándola hasta el punto de ir a su casa a enfrentarla. Una tarde, ella llegó a su casa y olvidó cerrar la puerta, hecho que Javier aprovechó para lastimarla a muerte. Fue el mismo Javier quien narró lo que ocurrió a las autoridades:

“Aventé la puerta. Entré a la casa. Ella me gritó que me fuera. Que no quería verme, que me fuera con mi novia Naomi. Mientras yo tomaba agua, ella me amenazó con un cuchillo (…) No sé como salió el otro cuchillo, pero ya traía dos, y le di en el cuello, bien feo, como 30 cuchillazos. Me acuerdo que había chorros de sangre, había en el piso como un litro, se había desangrado toda, de volada (…) Yo quería agua, pero ella me dijo que me fuera con Naomi, y eso me enojó. Ella se encelaba. Como dos horas antes yo me había metido dos tabletas de Clonazepam (pastas), inhalado resistol. Me había tomado tragos de alcohol (caguamas), y un churrote (marihuana) que conseguía con mis camaradas”.

Debido a la edad de Javier, no pudo ser juzgado como adulto, pero sí fue internado en una institución que atiende casos de salud mental y crímenes. La madre de la víctima, Blanca Delia, está luchando porque el asesino de su hija pague en la cárcel en cuanto cumpla la edad correspondiente, sin embargo, el proceso ha sido complicado y teme que eventualmente logre quedar en libertad. Lo que es muy común en estos casos.

Lamentamos esta terrible situación y esperamos que la familia logre encontrar paz.

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