6 Hábitos Que Te Hacen Boicotearte A Ti Misma

Nos enseñan que hay que tener buenas relaciones con las personas. Con ellas creamos conexiones sociales que forman una parte importante en nuestras vidas.

Sin embargo, si notas que ocupas más tiempo en los asuntos de otras personas que en los tuyos, debes parar y reflexionar.

Revisa cuáles son tu prioridades personales y equilibra tu vida.

 

1. Te cuesta decir que no

En tu lista de pendientes tienes más cosas relacionadas con otro que tuyas. Debes ayudar, aconsejar, cuidar, comprar, prestar, etc. Todo eso ocupa tu tiempo.  Debes preguntarte qué hacen ellos por ti y si de verdad merecen que los consideres en primer lugar antes que a ti misma. Lo que debes hacer es evitar sentirte egoísta, si es así debes saber que se trata de una manipulación de tus emociones. Antes de entregar tu tiempo y energía ciegamente, debes pensar si a esa persona le gusta que le resuelvan todo los demás.

 

2. Buscas la aprobación del resto

No te sientes seguro o segura y buscas la aprobación de personas que consideras más importantes que tu. Debes entender que eres bueno y no necesitas probárselo a nadie. Esfuérzate por alcanzar tus objetivos y crecer como persona profesionalmente, en tus gustos, cuidando tu salud, amando y ser amado. Busca tenerte confianza y la necesidad de aprobación del resto ya no tendrá importancia.

 

3. Suavizar las cosas

Evitas discutir, no quejarte y no defiendes tus intereses. Crees que más sencillo estar de acuerdo con todos, soportas o te mantienes en silencio y evitar una pelea. Sin embargo, es una ilusión. Sino defiendes lo que piensa, nadie sabrá que tienes opinión. No te quedes callado/a, no tienes porque depender de que el otro sea tu voz. Expresa las cosas abiertamente y demuestra tu individualidad.

 

4. Te culpas por las emociones de otros

Te disculpas por no cumplirle el deseo a otra persona. Aunque sabes que no puedes adivinar sus pensamientos, expectativas y sentimientos, pero te lo imaginas. Cualquier emoción negativa de otro te asusta y te hace sentir mal. Debes sacarte ese peso de encima y no hacerte responsable por los sentimientos, expectativas y problemas del resto. Cuando empieces a sentir culpa, piensa qué hizo esa persona para resolver sus propios asuntos y porqué le sobra tiempo para andar lamentándose.

 

5. No fijas límites

Siempre estás disponible para todos. Si alguien está apurado, buscas ayudarle. Crees que actúas bien dejando de lado tus cosas y corres por resolver el problema del otro gratuitamente. Te cuesta negar la ayuda a otro. Pero debes aprender a determinar tus prioridades y dalo a entender al resto.  Si tienes planes de salir el fin de semana, infórmale a tus colegas que puedes trabajar en el proyecto hasta el viernes y sin excusas. Tú eres la prioridad en tu vida.

 

6. Haces aquello que no te gusta

El resto te dicen lo que “debes” hacer y rara vez dices que no por lo que tu tiempo se divide en muchas espacios que ninguno te pertenece. Debes aprender a separar tu espacio personal, por ejemplo, tu tiempo para descansar, para trabajar, para asear, divertirte, etc. Puedes asignar un día para hacer todo aquello que quieras, y si estableces el orden de prioridades, debes pensar bien antes de aceptar o no darle de tu tiempo a otra persona.

¡Marca los límites!