Hace no mucho tiempo atrás era común ver cómo los padres le “enseñaban” a golpes a sus hijos, ya que creían que esa era la forma correcta para que los niños pudieran entender y corregir sus actitudes. Claro que estos padres también habían sido criados así y todas sus generaciones anteriores, por lo que no lo consideraban maltrato.
Al parecer ahora el mundo a cambiado y los padres han tomado consciencia sobre las posibles consecuencias de golpear constantemente a sus hijos. Hay estudios que demuestran que los golpes, además de ser inútiles a la hora de corregir algo, potencian el desacato a la autoridad y otras actitudes rebeldes de los niños. Por lo tanto, los golpes solo empeoran la situación.
Aunque muchos nuevos padres están optando por llevar una crianza más “pacífica” y alejados de la violencia tanto física como psicológica, hay otros que siguen creyendo que esta es la mejor vía para la obediencia. Un oficial de policía lo demostró cuando maltrató a su hija de 14 años en la escuela.
Raymond Rosario, de 44 años y que lleva 24 ejerciendo como policía de Miami, fue citado a la escuela de su hija porque la adolescente le habría faltado el respeto a su profesor. Mientras esperaba junto a su hija en una sala del recinto, no fue capaz de controlar su ira y a pesar de estar junto a dos personas más, comenzó a golpear a su hija.
Le tiró el cabello, la golpeó con sus puños y luego con el cinturón. Todo esto fue captado por las cámaras del circuito cerrado de televisión del establecimiento y además visto por las demás personas que se encontraban en la sala.
Según un reporte de la NBC sobre el ataque abusivo del padre, una de las mujeres que se encontraba en el lugar, quien se aprecie con más claridad en la grabación, estaba embarazada, por lo que se sintió demasiado atemorizada como para intervenir en la situación. La otra mujer, probablemente también sintió lo mismo, además al ser este hombre un funcionario público de la ley, tenía toda la capacidad para reducir mediante la fuerza, a las personas que quisieran entrometerse en el problema.
Las imágenes fueron entregadas a la policía y Raymond fue detenido y recibió cargos por abuso infantil. En el informe del arresto la joven le indicó a la policía que “no sufrió de ninguna herida demasiado seria ni visible” después de la enorme golpiza.
Lamentablemente Raymond solo fue suspendido de sus actividades laborales, a pesar de que aún recibe su sueldo, y debe solo pagar una multa alta. Pero si no recibe una pena de cárcel, podría volver a su trabajo en la policía.
“La escuela siguió el procedimiento para denunciar el desafortunado incidente que ocurrió en la oficina. Los testigos lo reportaron a la administración tan pronto como el padre abandonó el edificio, y el establecimiento inmediatamente lo reportó al departamento de Niños y Familias, quienes se hicieron cargo de cumplir la ley. La escuela aún está investigando el incidente y el protocolo.
El padre, quien es un oficial de policía y suele visitar la escuela con su uniforme, se entregó a las autoridades.
La persona que presenció el acto es una futura madre que no sabía si el padre portaba un arma. Asegura que, en el momento, temió tanto por la seguridad de la víctima como por la de su hijo no nacido”.
Lamentablemente es un círculo de violencia intrafamiliar que es casi imposible eliminar de raíz. Los padres abusadores fueron, en su mayoría, hijos abusados durante su infancia.
Por lo tanto es necesario analizar hasta dónde llegan los derechos de los padres por sobre sus hijos, ya que a pesar de tener que encargarse de todo lo necesario para que puedan subsistir y desarrollarse en un entorno adecuado, no son de su propiedad para que hagan lo que quieran con ellos.
Quizás muchos de nosotros sufrimos ese abuso cuando pequeños pero no le tomamos la importancia necesaria, el problema será cuando nos enfrentemos nosotros mismos a la crianza y, lamentablemente repliquemos estas mismas conductas.