La Ciencia Comprueba Que Los Padres Sí Tienen Un Hijo Favorito

La mayoría de nosotros tenemos hermanos y hemos crecido juntos. Pueden ser 1 ó 5 hermanos, pero lo cierto es que  son una parte importante de nuestra vida.  Desde pequeño vamos notando que nuestra madre o padre tienen un hijo consentido o preferido, por más que ellos siempre digan que no es así.

Sin embargo, los padres están mintiendo y  la mentira de que no tienen un hijo favorito se acabó, ya que esta nota trata sobre un artículo que indica que a pesar de amar a sus hijos de una forma incondicional, sienten mayor empatía por uno de ellos.

 

Los padres sí tienen un hijo favorito

Se supone que el amor de los padres debería ser equitativo y es un tema que a menudo hace que los hijos se cuestionen o se enfrenten. Además de que se convierte en un uno de los bienes más preciados, pues no es algo que se puede comprar con dinero; sino un derecho de nacimiento. Todos siempre quisimos la aprobación de nuestros padres y si no la teníamos nos provoca una combinación entre rabia y tristeza que inevitablemente saldrá a la luz a como dé lugar.

 

 

Cuando le preguntamos a los padres, ellos no dudan en decir que entre sus hijos no existen favoritismos. No obstante, un estudio realizado en la Universidad Purdue de Estados Unidos, dice que mienten, porque a pesar de amar a sus hijos de una forma incondicional, sienten mayor empatía por uno de ellos basándose en diferentes aspectos y conductas que pueden agradar o desagradar a los padres, según sea el caso. Ya que como seres humanos, tenemos o no afinidad con ciertas características de cada ser humano.

 

¿Quiénes son los hijos favoritos?

De acuerdo a la psicóloga Jill Suitor, autora del estudio, quienes gozan de mayor favoritismo casi siempre son las niñas. Sin embargo, conforme éstas llegan a la adolescencia su popularidad baja, pues en la niñez son mucho más obedientes y apegadas a sus padres. Al llegar a la adolescencia van perdiendo su favoritismo, pues es justo a esa edad cuando comienzan a volverse rebeldes y a mostrar conductas que a sus padres no les parecen positivas.

 

 

Sin importar el género, el hijo favorito también es aquél que tiene gustos o gestos parecidos a los de alguno de sus padres. Es decir, que es mucho más probable que el hijo favorito sea aquel que siempre esté de acuerdo con las decisiones que se toman en casa y además las lleve a cabo sin ningún problema. Por otro lado los hijos más rebeldes serán aquellos que sí obtendrán afecto de sus padres, pero que no será ni cercano al que recibe su hermano.

 

¿Existen consecuencias en tener favoritismos entre los hijos?

No sólo se trata de la baja autoestima y las consecuencias que sufren aquellos hijos que son tratados como “inferiores” ante sus hermanos. También está presente la tremenda carga que sienten algunos hijos al sentirse responsables de cuidar de sus padres cuando estos lleguen a la vejez.

Tal y como lo asegura un estudio publicado en 2015 por el Journal of Gerontology, los llamados “hijos de mamá” sienten una presión mucho mayor a la de sus hermanos cuando se habla de hacerse responsables de la salud sus padres. Por otro lado, la psicóloga Ellen Weber Libby, autora del libro El Hijo Favorito asegura que no hay nada malo en aceptar que existe un hijo favorito, pues esto permite que los padres pongan más atención en la manera en que tratan a sus hijos.

 

¿El favorito siempre es el favorito a pesar de que pasen los años?

La especialista asegura que mientras algunos padres prefieren al hijo que se parece más a ellos, otros pueden ir cambiando de favorito a medida que ellos van atravesando los distintos períodos de crecimiento y madurez.

 

 

Así, la hija que podía resultar la debilidad de un padre durante la infancia se puede convertir en un problema al momento de comenzar su adolescencia. No obstante, pesar de que los favoritismos pueden desencadenar confusiones y conflictos entre los hermanos, una buena comunicación entre ellos puede hacer que estas barreras queden superadas y su relación fluya como si dicha preferencia ni siquiera existiera. Sin duda ese es el escenario ideal y si bien los padres pueden tener un favorito, si los crían en base a la comunicación y al respeto, los hijos pueden superar las barreras que se presenten y no tener rivalidades,