Ella es Michelle Knight. Fue una de las tres mujeres cautivas de Ariel Castro. Vivían en una casa a la que hoy llaman la ‘Casa de los horrores’ en Cleveland, Estados Unidos.
Las mujeres estuvieron secuestradas por 10 años. Hoy una de ellas cuenta cómo es su vida en libertad.
Michelle fue entrevistada por el reconocido Dr. Phill. Con 36 años y luego de 5 años de vivir en libertad, se muestra como una mujer alegre y compartió ese sentimiento con el público.
Cuenta que pronto saldrá su libro con sus memorias y se titula ‘La vida después de la oscuridad: Mi viaje hacia la felicidad’.
Knight convivió con Amanda Berry y Gina DeJesus por más de 10 años. Las 3 fueron víctimas de un secuestro en 2002 y 2004 y lograron escapar en 2013.
Michelle ya había escrito otro libro en 2014, ‘Encontrándome’ donde revela la tortura emocional, mental y física que les inflingió Castro. Ella había sido la primera en ser secuestrada antes de que llegaran Berry y DeJesus.
Michelle ya era víctima de abuso sexual y tenía problemas. Ese 22 de agosto iba camino a una casa de acogida en donde vivía su hijo Joey de 2 años. Quería tenerlo de vuelta. Estaba consultando la dirección en una tienda cuando se encontró con el papá de una de sus amigas. Era Ariel Castro.
Él hombre se ofreció a llevarla a donde iba pero le comentó que debía primero pasar a su casa. Al llegar le dijo a Michelle si quería bajarse e ir a conocer a unos cachorritos que le tenía de regalo a su hija.
“Recuerdo que entramos a una de las habitaciones y me dijo que los cachorritos estaban debajo del vestidor. Cuando me agaché a buscarlos escuché que cerró la puerta. Ese hombre que se veían tan gentil se convirtió en un loco. Me tiró al suelo. Yo simplemente cerré mis ojos y me estaba preparando para lo peor. Aún hoy me cuesta creer lo que me hizo” señaló.
Knight recuerda que Castro la golpeó con un cable que había en esa habitación. Dos días después, la volvió a violar y luego la arrastró por las escaleras hasta el sótano.
Michelle cuenta que estuvo embarazada en 5 ocasiones durante los años que estuvo retenida. Cuando eso ocurría, él la dejaba sin comer y la golpeaba hasta que perdiera a los bebés.
En abril de 2003, Castro llegó con Amanda Berry.
La mamá de Amanda iba a todos los canales y periódicos rogando que le devolvieran a su hija. Cuando Castro la veía en la televisión, se burlaba y le decía:
“Ves, al menos a ella la están buscando. Nadie te extraña a ti, ni un alma. Eso es porque no significas nada para nadie”.
En abril de 2004, Castro secuestró a Gina DeJesus. Gina se quedó en la misma habitación que Michelle y formaron un lazo muy fuerte entre ambas. De hecho cuenta que se tomaban de las manos cuando él abusaba de ellas.
Berry quedó embarazada, pero en su caso, Castro dejó que tuviera al bebé.
En todo ese tiempo, el hijo de Michelle fue dado en adopción.
Con el tiempo, Castro se fue relajando. Ahora le permitía a las chicas moverse por algunas horas a la semana hacia otras habitaciones de la casa como la cocina y el comedor.
Fue en ese intertanto que un día Castro olvidó cerrar la puerta de entrada con llave. Berry aprovechó la oportunidad y salió a gritar por ayuda. Era el 6 de mayo de 2013. Afortunadamente, un vecino la escuchó y llamó inmediatamente al 911.
Al llegar la policía y bajar al sótano donde se encontraban Michelle y Gina, supieron que por fin serían libres.
Castro fue detenido y acusado de secuestro, violación y asesinato agravado. Sin embargo, en septiembre de ese mismo año, se suicidó en la prisión donde se encontraba.
Con su segundo libro, Michelle promete que será uno más esperanzador y esperar ayudar a otras víctimas de secuestros. Michelle se había cambiado el nombre y se llama actualmente Lily Rose.
Su historia es digna de inspiración para todas aquellas personas que han vivido situaciones trágicas. Siempre hay una rayo de esperanza al final de un camino escabroso.