En algún momento de nuestra vida, llega esa pausa de reflexión sobre nuestro rol como individuos en el mundo y el impacto que nuestras acciones tienen en el planeta. Nos cuestionamos si estamos haciendo todo lo que podemos por el mundo, si estamos en el camino correcto.
Cuando este momento le llegó a la australiana Jo Nemeth, repensó su vida completamente y ya lleva un año con un estilo de vida radical que le permite no gastar ni un céntimo.
Sin embargo no fue algo fácil de lograr. Hizo cambios profundos en su estilo de vida, para acostumbrarse a un nivel de consumo, de contacto con el mundo y de expectativas.
Nemeth renunció al trabajo que tenía, y decidió vivir sólo de aquello que pudiera producir con sus propias manos en su huerto. La mujer logró conseguir un espacio donde vivir -el patio trasero de un amigo, en Koonorigan (Australia)- y se armó una especie de campamento sin pagar alquiler.
Jo construyó su casa con materiales reciclados, obtiene su sustento del pedazo de tierra en que vive y usa energía solar.
La mujer se encuentra llena de felicidad por haber logrado una calidad de vida basada en vivir el día a día, cultivando sus propios alimentos, leer, cocinar y estar junto a sus seres queridos.
Si bien confiesa que al comienzo temía no tener la suficiente cantidad de alimento para sobrevivir, pronto se dio cuenta de que no necesitaba mucho. Y cuando necesita algo extra, siempre puede hacer trueque con servicios y otros objetos antiguos.
Si bien dice que no sabe si está haciendo lo correcto, pues se cuestiona si está bien que viva “fuera” de la sociedad, lo cierto es que asegura que ya se acostumbró a este estilo de vida, y está feliz así.