Desde tiempos remotos, el ser humano ha utilizado a los animales como fuerza de trabajo. Por ejemplo los bueyes o los caballos, que transportan enormes cargas hasta a veces llegar al punto de lesionarse. Pero ellos deben acceder a hacerlo ya que son forzados y golpeados por sus dueños.
Lo mejor de todo es que no todo se trata de la miseria humana, sino que hoy en día existen muchas personas en el mundo preocupadas y comprometidas con el bienestar de estos animales, que condenan cualquier tipo de abuso, lo que ha logrado numerosos avances en términos de protección animal.
La conciencia animalista nos ayuda a poder conocer casos como estos que ocurrieron en Grecia con los burros que transportan turistas por la isla de Santorini, un precioso lugar que atrae a miles de personas cada año por sus museos y las hermosas playas. Para poder hacer más cómodo el paseo, se usan burros para pasear a los turistas por el lugar.
Mientras que todos piensan que es un panorama imperdible, , de seguro los burros desearían no tener que trabajar. Sobre todo cargando personas obesas que les dañan la columna vertebral y les causan heridas profundas si las monturas no están bien adaptadas a sus cuerpos.
Lo cierto es que desde ahora no podrán transportar cargas ni turistas que pesen más de 100 kilogramos, o una quinta parte de su peso.
Los propietarios de los burros de Santorini deberán asegurarse de que la norma se cumpla y además tendrán que mantener a sus animales en buen estado, con hidratación y una alimentación adecuada. Es un paso más para poder crear conciencia en relación al mundo animal.