Burros Son Sacrificados Para Hervir Su Piel Y Venderla A La Medicina China

La medicina tradicional china es conocida por utilizar un gran número de plantas y animales entre sus ingredientes y a pesar de que en el país es algo común, la ciencia aún no la avala.

Alrededor de 1.000 plantas y 26 especies animales, algunas de las cuales están bajo amenaza, son utilizadas y contrabandeadas alrededor del mundo para llegar a China y ser parte de la “cura”.

La organización animalista PETA publicó un reportaje en donde quedó demostrado el horrible negocio que se hace en China y Kenia con los burros, quienes son asesinados para hervir su piel y luego transformarla en gelatina, la cual se usa en el ejiao, medicina tradicional china.

Los burros viven en mataderos, muchos de ellos sancionados por el Estado o clandestinos, y al momento de ser asesinados utilizan martillos gigantes o los degollan.

El reportaje señala que la industria de mataderos de burros se creó para suplir la demanda de gelatina en China, de hecho en Kenia se han abierto tres mataderos en los últimos tres años.

Los burros son trasladados desde Etiopía, Tanzania y Uganda en un viaje que puede durar hasta dos días, en donde no los abastecen ni con comida ni con agua.

En algunos países africanos como Botswana, Mali, Burkani Faso, Níger y Senegal ya han prohibido estas prácticas, frenando la exportación de piel de burro y cerrando los mataderos chinos.

«Como consumidores, podemos rechazar la crueldad hacia los animales y salvar la vida de los burros eligiendo alternativas veganas, no comprando nunca productos con ejiao y negándonos a comprar en tiendas que los vendan (…) para el bien de los burros que sufren, por favor lean las listas de ingredientes y manténganse alejados de las medicinas, productos de belleza, caramelos y bebidas que contengan ejiao».

PETA en su reportaje sobre mataderos de burros

Esta vez fue el turno de descubrir la realidad de los mataderos de burros, pero en muchos lugares del mundo existen animales en estas mismas condiciones solo para satisfacer nuestra alimentación, medicina o codicia. Ningún ser vivo merece esta vida.