5 Útiles Consejos Para Tener Mejor Memoria

La tecnología nos ayuda en extremo, pero también ha hecho que nuestros cerebros sean más lentos y flojos. No nos damos el tiempo de tratar de recordar algo, porque lo buscamos en internet.  Sumado al exceso de información que nos bombardea de todos los medios. más  las agendas repletas de obligaciones, es fácil comprender por qué nos olvidamos de las cosas. En esta oportunidad , te contaremos cómo tener una memoria prodigiosa a través de ejercicios y nuevos hábitos.

 

En busca de la Mejor Memoria posible

De la misma forma en la que el cerebro olvida muchas cosas, también puede recuperarse en poco tiempo, lo que quiere decir que se puede ejercitar para tener una mayor capacidad mental al momento de comenzar con ciertas técnicas o trucos para lograr tener una memoria prodigiosa.

La verdad es que todos tenemos la capacidad para recordar, pero el problema reside en que la mente se ha acostumbrado a realizar el esfuerzo mínimo. No prestamos atención, leemos de manera superficial, pensamos en otras cosas, no reflexionamos, todo eso nos hace ir perdiendo nuestra capacidad de memoria.

También a eso le debemos agregar que cuando queremos acordarnos de algo y no lo logramos, el cerebro libera estrés. Por eso, nos cuesta tanto dar con esa palabra, ese nombre o esa fecha que tenemos guardada en lo más profundo de la mente.

Por otro lado, tebemos que reconocer que no permitimos que el cerebro piense, razone o recuerde por sus propios medios. No dejamos que descanse como corresponde, ni tampoco le damos el tiempo adecuado para captar información importante. Incluso los carteles luminosos, los anuncios en la televisión, las redes sociales, los buscadores de internet; todos atentan contra los poderes del cerebro. Por ello, si quieres tener una memoria prodigiosa, debes poner en práctica las siguientes técnicas.

 

Consejos para lograr la Mejor Memoria posible

 

1. Reconstruir hechos

Seguramente, más de una vez te ha pasado que no recuerdas dónde dejaste tus llaves o tu celular. Quizás te pases horas  moviendo objetos sin ningún resultado. Una buena manera de no olvidar dónde las dejas es, obviamente, escoger un sitio para dejarlas siempre, pero sino, puedes utilizar la técnica de reconstrucción de los hechos.

Lo que quiere decir es que que debes tomarte unos minutos para recordar qué has hecho desde entraste a esa habitación (qué tenías en las manos, dónde depositaste otros objetos, por ejemplo, las bolsas, el móvil o el paraguas, o qué hacías cuando fue la última vez que viste las llaves). Así lograrás recordar y dar con el paradero de las llaves.

 

2. Usar reglas mnemotécnicas

Probablemente en el colegio te enseñaron cómo recordar fórmulas, hechos o fechas utilizando las llamadas reglas mnemotécnicas. Estas nos permiten relacionar información con frases cortas o cadenas de palabras. De esta manera, se comprimen muchos datos y se puede acceder a ellos de forma más sencilla.

De hecho, sirven para retener esos datos sin repetirlos. Lo mejor de todo es que esos conceptos no se olvidarán fácilmente, incluso, aunque hayan pasado años. Uno de los ejemplos más conocidos es el que dice “Mi Vieja Tía Marta Jamás Supo Usar Nada”. La primera letra de cada palabra hace recordar un planeta del sistema solar y el orden respecto del sol: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno.

Podemos usar las reglas mnemotécnicas cómo deseemos, también, con palabras o con frases personales. Las iniciales de nuestros hijos, los aniversarios, un personaje que nos gustaba en la infancia, lo que quieras.

 

3. Leer en voz alta

Por eso, también es importante leer en voz alta cuando estudiamos o cuando queremos que algo se quede grabado en nuestra mente. Y no solo eso, también sería bueno que al leer utilicemos libros o papeles “como en los viejos tiempos”. Las pantallas inhiben la comprensión y, la luz que emiten, causan dolor de cabeza. Muchas veces, cuando explicamos algo a otra persona, los conceptos se fijan mejor. Además de poner en palabras algo que se ha estudiado para propiciar la comprensión, el hecho de que el cerebro escuche datos, le ayuda en la retención de los mismos.

 

4. Descansar y relajarse

Recomendamos dormir una buena siesta tras un “bombardeo de información”, si es que queremos que no se olviden, claro está. También, se puede dar un paseo por el parque, hacer ejercicio, darnos una ducha caliente o escuchar música clásica. De esta manera, la mente no tendrá nada en qué distraerse.
Esta técnica se basa en el hecho de que la mente precisa fijar los conceptos cuando no está prestando atención a otra cosa. Si después de pasarnos una mañana estudiando vamos al cine, miramos el informativo o nos quedamos revisando el Facebook, es probable que no nos acordemos de los conceptos o de los datos que ya aprendimos, por lo que eso no se recomienda.

 

5. Cambiar la rutina

La monotonía vuelve aún más perezoso y desganado al cerebro y éste necesita nuevos hábitos y aventuras. Si quieres recordar algo y tener una memoria prodigiosa deberías cambiar algunas de las actividades cotidianas o al menos hacerlas de manera opuesta. Los elementos novedosos aumentan la eficacia mental, ya que la mente tiene que prestar atención a algo que no conocía o no estaba acostumbrada.  Nunca olvides que nuestra mente es muy curiosa y que le gustan los desafíos. Depende sólo de nosotros el darle las herramientas necesarias para ser más eficiente y evitar la pérdida de memoria.